martes, 5 de mayo de 2009

¡EL COLEGIO ME TIENE HARTA! (por María)

No, no es una frase de mis hijos. Es una frase que últimamente se volvió recurrente en mis pensamientos. Es que realmente me tiene harta.
Aunque haga memoria, no encuentro en mis recuerdos escenas de mis padres explicándome temas escolares, ni sentándose casi diariamente a hacer la tarea conmigo.
En cambio con mi marido nos sorprendemos enseñando casi diariamente a nuestros hijos.
Y no hablo de valores, buenas costumbres y cultura general. Nos la pasamos enseñando matemáticas, lengua, inglés y en cualquier momento seguro que empezamos con geografía e historia.
Yo ya estoy cansada de tener que sentarme a explicar, porque creo que no es mi función. Yo no soy la maestra de mis hijos, ¡soy su madre!
¿Estoy muy equivocada?
Yo creo que mi función es la de acompañar a mis hijos en su educación académica, pero no ser quien les explica los contenidos que van conociendo.
Tal vez es el colegio de mis chicos, o tal vez es la manera en que se enseñan las cosas ahora.
Yo siento que en los colegios se tira un tema y el que tiene suerte lo agarra, y el que no que se arregle como pueda.
Les voy a dar un ejemplo para que entiendan por qué me siento tan indignada mientras escribo esta nota.
El viernes llega Guada con su carpeta de inglés. Hace apenas un mes comenzaron las clases y es el primer año en que tienen seis horas semanales de ingles.
Hasta la semana anterior sólo habían repasado escribir hasta el número 10 y de golpe aparece un listado en donde aprendían desde el 11 hasta el 1.000. Bien, eso ya me pareció un poco exagerado, era demasiada información de golpe. Pero bueno, pensé, seguro que ahora van a empezar a ejercitar de a poco. Yo toda comprensiva, doy vuelta la hoja, convencida que vería cómo les había hecho practicar escribir los números de las primeras decenas, cuando encuentro que tenían que escribir solos: 13.546, 18.953, 15.608 y un lista que seguía con esas cifras. ¡¡No les estoy mintiendo!! ¡Esos eran los números que mi hija tenía que escribir el día en que aprendió cómo se escribían los números que seguían al 10! ¡¡En inglés y sola!!
Yo miré esa lista y tardé largo rato en acordarme cómo se escribían. Guada, por supuesto, no tenía ni idea. Es que en matemática, recién empezaron a aprender los números que superan al mil. Por supuesto que no tenía ni idea, y no la debía tener.
Y ahí nos sentamos las dos, yo a tratar de enseñarle de qué se trataban esos números y ella resignada, a copiarlos como podía.
Insisto, tal vez es la escuela de mis hijos, o tal vez yo estoy equivocada. Pero no me está gustando la manera en que son tratados los estudiantes.
Yo soy maestra, y ejercí por muchos años dando clases a chicos con necesidades especiales. Y en educación especial, la manera de enseñar es muy diferente. Ahí cada chico es importante, se trata de encontrar la manera en que cada chico entienda lo que se le quiere explicar, y si hay que dar mil vueltas y enseñar lo mismo de varias maneras diferentes, se hace, se sigue haciendo y se vuelve a hacer. Por supuesto que no puedo pretender que en una clase donde hay 30 chicos se enseñe igual que en una donde hay 10, pero creo que en educación común falta un poco de eso que nosotros tanto procurábamos tener.
Falta ver las individualidades, falta pensar que no todos los chicos tienen el mismo ritmo de aprendizaje, ni los mismos intereses y aptitudes. Falta mirarlos como individuos y no como un grupo donde todos tienen que ser iguales, responder igual. Porque las diferencias existen y eso es lo que enriquece al grupo.
Y todo esto me molesta porque influye en mis hijos. Porque más de una vez regresan a casa frustrados, pensando que son ellos los que están en falta, pensando que está mal no entender, sin animarse a pedir que les vuelvan a explicar, sin animarse a exponerse ante el resto de sus compañeros.
Yo creo que lo que sí les tengo que enseñar en casa es a aceptarse como son, a aceptar que pueden no entender, que pueden equivocarse y animarse a pedirle a la maestra que vaya más despacio, que les vuelva a explicar, que les de el tiempo que necesitan. De esto sí que espero no cansarme de explicarles.

4 comentarios:

  1. Chicas, por eso yo les aconsejo......MANDEN A SUS HIJOS A ESCUELAS CON PEDAGOGÍA WALDORF.... y se olvidan de todas estas cosas, hagame caso yo se porque se los digo!!!!!!!!!!!
    Besossss, Naty Chasco

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  2. hola, buenas tardes pase de casualidad por tu blog y me siento muy identificada con esta entrada , yo tengo dos hijos , uno de 16 y el otro de 7 con el de 16 nunca tube estos problemas, en cambio con el de 7 es una odisea a la hora de hacer las tareas, porque la mayoria de las cosas he de explicarselas yo , porque en clase no las entendio , asi k se hace un mundo ese pekeño rato con las tareas , me hace sentir mal , puesto k la educacion es muy distinta a la que nos dieron a nosotros , aparte de k las cosas sin practica se nos van olvidando , en fin, una lucha constante .
    un saludo y animo !!!

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  3. María, me pareció muy interesante esta nota, porque creo que más allá de tu caso particular hay serias deficiencias en la educación. Me acordé de un video que vi hace poco que habla acerca de lo poco que se incentiva la creatividad en la escuela (por decirlo muy resumidamente). Me pareció genial y tiene unos toque de humor muy buenos! Es un poquito largo pero vale la pena! Les dejo el link:
    http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg

    Saludos!
    Esperanza

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  4. Me pareció muy interesante tu artículo porque, más allá de tu caso particular, revela una enorme deficiencia en el sistema educativo.
    Indirectamente esto me recordó a un video que vi hace poco y que lo quiero compartir. Es una conferencia que a pesar de los muchos toques de humor que tiene plantea cuestiones profundas acerca de la educación que reciben los niños.
    Es un poquito largo, pero les aseguro que vale la pena!
    Les dejo el link:

    http://www.youtube.com/watch?v=nPB-41q97zg

    Saludos!
    Esperanza

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