martes, 22 de febrero de 2011

Arranca un nuevo año

Acabo de llegar de la reunión de padres del colegio de uno de mis hijos.
Y darme cuenta de que en menos de una semana empiezan las clases me da un poquito de ansiedad.
¡Es increíble! Siguen pasando los años y aún no logro relajarme con la escuela de mis hijos.
Envidio a mi marido que se toma todo con mucha más calma. Ojalá yo también pudiera ser así. Pero no. Me preocupa pensar que puedan sufrir, que les pueda ir mal.
Mientras estoy escribiendo esto me acuerdo de una vez que discutía con mi papá y él me gritaba sacado:"¡¡Es que no quiero que te des la cabeza contra la pared!!" Y yo le decía que yo tenía que tener mis propias experiencias y hacer mi propio camino.
Y ahora que estoy del otro lado, me doy cuenta de que lo que me cuesta es soltarlos, es bancarme que les pueda ir bien o mal, pero que ellos solitos tienen que ir creciendo y haciendo sus propias experiencias.
Yo creo que es eso lo que me causa ansiedad, ver que están creciendo y que tengo que empezar a soltarles las manos.
Ojalá que este año lo logre y no enloquezca y no los enloquezca a ellos!!

miércoles, 25 de agosto de 2010

Me sale la leona

A veces no sé si es que tengo mucho tiempo libre en mi cabeza o que no puedo dejar de saparar lo que me pasa a mí de lo que le pasa a mis hijos.
Me doy cuenta que me pone mal que otros los critiquen, que piensen mal de ellos, que no los vean como esas personas maravillosas que yo veo.
La realidad es que siempre en la vida va a existir gente que nos quiera y gente que no nos soporte. Seguramente en este mismo momento hay alguien por ahí hablando mal de mí.
Pero eso no me importa, pero me doy cuenta de que cuando eso pasa con un hijo mío, me pongo mal.
Y es una idiotez, porque ellos tienen su personalidad, sus afinidades y desacuerdos, y entonces es lógico que haya gente que los quiera y otras que no. Gente que se pelee con ellos. Como ellos también se pelean con otros.
Pero no sé qué es, tal vez esa leona que nos sale a las madres, que hace que sintamos la obligación de salir a defenderlos, a cuidarlos.
No sé, no sé si ya es hora que los deje defenderse solitos...

jueves, 19 de agosto de 2010

Mi nene no quiere crecer

Hace ya un tiempo vengo notando algo que me llama la atención en mi hijo.
Es un nene super inteligente, capaz, con mucha imaginación. Bueno, mejor paro de alabarlo o se va a notar que soy una mamá babosa.
Pero me doy cuenta de que se tira para atrás. Que se hace el que no puede, el que no sabe.
Yo creo que no quiere crecer.
Él es el más chiquito de la familia. Pero ya está grande. Ya tiene 6 años, está en 1º grado. Y me parece que no le gusta la idea de que ya no es el bebé y que tiene que empezar a actuar como un niño un poquito más grande.
Tal vez, a nosotros como papás también nos cuenta dejarlo crecer, porque nos quedamos sin chiquitos, pero debemos reconocer que es parte de la vida.
Yo lo entiendo, no es fácil crecer, tomar responsabilidades, hacerse cargo de cosas que antes no tenías ni en cuenta.
A mí también me pasa, a veces no quiero crecer, a veces prefiero quedarme donde estoy, porque es más seguro.
Pero todo cambio, todo crecimiento siempre es para mejor.
Eso es lo que le quiero transmitir. Eso es lo que quiero que entienda y se anime.
Se anime a probar, se anime a crecer y a dejar ese "bebé" de lado para convertirse en ese nene maravilloso que es...

miércoles, 26 de agosto de 2009

PARA ANTES QUE NUESTROS HIJOS CREZCAN (Autor anónimo)

Hay un período en el que los padres quedamos huérfanos de hijos. Es que ellos crecen independientemente de nosotros, como árboles murmurantes y pájaron imprudentes...
Crecen sin pedir permiso a la vida, con una estridencia alegre y a veces con alardeada arrogancia.
Pero no crecen todos los días, crecen de repente.
Un día, se sientan cerca tuyo y con increíble naturalidad te dicen cualquier cosa que te indica que esa criatura que hasta ayer usaba pañales y daba pasitos temblorosos e inseguros... creció.
¿Cuándo creció que no lo percibiste? ¿Dónde quedaron las fiestas infantiles, los juegos en la arena, los cumpleaños con payasos? Crecieron en un ritual de obediencia orgánica y desobediencia civil.
Dentro de un tiempito estarás ahí, en la puerta de una disco, esperando ansioso, no sólo que no crezca, sino que aparezca... allí estarán muchos padres al volante, esperando que salgan zumbando sobre patines, con sus pelos largos y sueltos.
Aquí están hoy nuestros hijos, entre hamburguesas y gaseosas, en las esquinas, con el uniforme de su generación y sus incómodas mochilas en la espalda. Y aquí estaremos nosotros con el pelo entrecano...
Allí nuestros hijos, los que amamos con toda el alma, a pesar de los golpes de los vientos, de las escasas cosechas de paz, de las malas noticias y las dictaduras de las horas. Ellos crecerán observando y aprendiendo con nuestros errores y nuestros aciertos, principalmente con los errores que esperamos no repitan...
Y pasará el tiempo del órgano y la guitarra, del fútbol y la natación o tal vez la danza, saldrán del asiento de atrás y pasarán al volante de sus propias vidas.
Algunos deberíamos haber ido más seguido junto a su cama, a la noche, a leerles un cuento o preguntarles: ¿Qué hiciste hoy?
Pero crecerán sin pedir permiso... recordaremos cuando nos acompañaban a la playa, al campo o a reuniones familiares, cuando se peleaban por la ventana del auto o los pedidos de chicle a horas insólitas.
Seguramente llegará el tiempo en que viajar con los padres sea un dulce esfuerzo y sacrificio porque no se pueden dejar las amistades y los primeros amores.
Y empezaremos a quedar exiliados de hijos... y miraremos lejos, y los veremos abrir las alas para conquistar el mundo del modo menos doloroso posible. Por eso es necesario hacer algunas cosas adicionales antes de que nuestros hijos crezcan... porque aprendemos a ser hijos cuando somos padres y aprendemos a ser padres cuando somos abuelos...
Por eso, disfrutemos cada minuto, cada segundo con ellos mientras los vemos crecer, para que no nos pase que crecieron y nunca nos dimos cuenta...

lunes, 3 de agosto de 2009

DIOS CREÓ A LOS HIJOS Y EN EL PROCESO A LOS NIETOS ( para reírnos un rato)

A aquellos de nosotros que tenemos hijos, nietos, sobrinos, muchachos en general.... Cuando tus hijos están fuera de control, puedes sentir el alivio del pensamiento, que incluso la omnipotencia no pudo con sus propios hijos.
Luego de crear cielo y tierra, Dios creó a Adán y a Eva.Y lo primero que les dijo fue:'¡NO!'
-'No qué?', respondió Adán.
-'No se coman la fruta prohibida', dijo Dios.
-'¿Fruta prohibida? Tenemos una fruta prohibida? ¡Epa Eva...!, ¡tenemos una fruta prohibida!'
-'¡No puede ser!' , dijo Eva.
-'Sí puede ser!', dijo Adán.
-'¡No se coman la fruta!, dijo Dios.
-'¿Por qué?'
-'Porque yo soy su Padre y así lo digo', respondió Dios, pensando en por qué no había parado la creación después de crear a los elefantes.
Pocos minutos después, Dios vió a sus hijos con la manzana en la boca.Dios se molestó.
-'¿No les dije que no se comieran la fruta?', preguntó Dios.
-'Oh Oh', respondió Adán.
-'¿Entonces por qué lo hiciste? ', dijo el Padre.
-'Yo no sé', dijo Eva.
-'¡Ella lo empezó todo! ', dijo Adán.
-'Yo no fui! '-'Tú fuiste! ' 'Yo no fui! '
Teniendo este problema con sus dos hijos, el castigo de Dios fue que Adán y Eva tengan sus propios hijos. Así este patrón se estableció y nunca ha cambiado.´
Si tú, de una manera persistente y amorosa has tratado de dar sabiduría a tus hijos y ellos no la han querido aceptar..., no seas duro contigo mismo.
Si Dios tuvo problemas para criar a sus hijos, ¿qué te hace pensar que sería una papita pelada para ti?
¡COSAS PARA PONERNOS A PENSAR!
1. Tú pasas los primeros dos años de sus vidas para enseñarlos a caminar y hablar. Luego pasas los próximos dieciséis años diciéndoles que se sienten y se callen.
2. Los nietos son la recompensa por no haber matado a tus hijos..
3. Las madres de los adolescentes entienden por qué algunos animales se comen a sus hijos..
4. Los hijos a veces te corrigen; de hecho, usualmente repiten palabra por palabra, lo que no les deberías haber dicho.
5. El primer propósito de hacer fiestas a los hijos, es para recordarte que hay hijos peores que los tuyos.
6. Tenemos hogares a prueba de niños, pero ellos todavía entran allí.
CONSEJO DEL DÍA:
Trata bien a tus hijos....Ellos escogerán tu asilo en el futuro.
FINALMENTE:
Si estás muy tenso y con dolor de cabeza, haz lo que dice el frasco de aspirina: '¡¡Tome dos aspirinas y manténgase fuera del alcance de los niños!!'

martes, 30 de junio de 2009

YO TAMBIÉN FUI HIJA (por María)

¡¿Cuántas veces nuestros padres nos habrán dicho: “Lo vas a entender cuando seas madre”?!
Cuando yo era chica lloraba y despotricaba como loca cuando mis padres no me dejaban salir, no me dejaban ir a un campamento o ir sola hasta la casa de una amiga. Ni hablar cuando se oponían a ciertas amistades o a la elección de mi novio, mi ropa, mi carrera...
Lo cierto es que mis padres eran bastante miedosos y les costó mucho entender que yo necesitaba independizarme. Muchas veces les recriminé su falta de confianza en mí y en mi “buen criterio”.
Y tal vez, por ese miedo que me transmitían, fue que me costó salir a enfrentarme al mundo un poco más de lo que yo hubiera deseado.
Pero ahora que estoy del otro lado, que soy madre, los entiendo un poco más. Igual espero no repetir sus errores, sino aprender de ellos.
Es cierto que la sociedad de hoy no es la misma de hace veinte años, cuando yo era chica y empezaba a desenvolverme con mayor independencia, pero de todas maneras los chicos siguen teniendo los mismos intereses que teníamos nosotros, las mismas ganas de empezar a salir al mundo, de hacer sus propias experiencias.
Y claro que a mí también me da miedo, pero por mi miedo no puedo privarlos de la experiencia de crecer...
Es un tema complicado... Pienso en los adolescentes (y a mí ya no me falta tanto para que Guada entre en esa categoría) y me pregunto hasta dónde hay que meterse, hasta dónde hay que intervenir, hasta dónde hay que dejarlos hacer.
Me pregunto qué me va a pasar el día que venga con un novio que no me guste en lo más mínimo, el día que me diga que se va a bailar sola con sus amigas. ¿Cómo voy a reaccionar?
¿Qué voy a hacer la primera vez que le rompan el corazón? ¿O la primera vez que se tome un colectivo?
¿Qué va a pasar ese día en que me de cuenta que tiene secretos, que está planeando algo que no quiere que yo me entere? Todos lo hemos hecho y yo creo que uno como padre se da cuenta cuando los hijos lo están haciendo. ¿Vale espiar?
Siento que tengo muchas preguntas, pienso que me falta mucho por aprender y experimentar como madre. Y realmente no sé como voy a actuar...
Mis hijos aún son chiquitos y dependen de nosotros para casi todo, pero día a día eso va a ir cambiando. Ellos están creciendo, y es inevitable que empiecen a tomar sus propias decisiones, a tener gustos y elecciones muy distintas a las nuestras.
No sé cómo voy a reaccionar. Y seguramente voy a tener que aprender a soportar que muchas veces no acepten mi consejo, como yo muchas veces no acepté los consejos de mis padres.
Lo que espero es poder darles la confianza suficiente para que recurran a nosotros, para que confíen en nosotros.
Y nosotros... Nosotros vamos a tener que aprender a confiar en ellos...